Descubre todo lo que la Percepción Subjetiva del Esfuerzo puede ayudarte a mejorar tu rendimiento en el Running y Trail Running
Cuando hablamos de Running y Trail Running, uno de los aspectos más importantes para progresar y disfrutar del proceso, es aprender a conocernos a nosotros mismos. En un mundo donde los dispositivos tecnológicos nos ofrecen datos constantes sobre pulsaciones, ritmos y otras variables, es fácil caer en la obsesión por los números. Sin embargo, el verdadero arte del Running va más allá: Está en aprender a interpretar las señales que nos envía nuestro cuerpo.
Cada corredor tiene un ritmo y un nivel de esfuerzo únicos. Algunos días te sentirás ligero como una pluma y, en otros, cada zancada parecerá un esfuerzo titánico. Estos altibajos son normales, y es aquí donde entra en juego la percepción de esfuerzo. Este concepto no es más que la habilidad de evaluar cómo te sientes durante un entrenamiento o carrera, sin depender exclusivamente de los dispositivos.
Por supuesto, si estás trabajando para superar marcas personales o preparándote para una competición, es importante tener en cuenta factores objetivos como el ritmo, las pulsaciones y la relación esfuerzo-rendimiento. Pero nunca olvides que tu mejor indicador, será siempre tu propio cuerpo. Escucha tu respiración, observa cómo responden tus piernas y presta atención a tu energía general. Es la mejor forma de no caer en el sobre esfuerzo, lesiones imprevistas, fatiga o bloqueos.
Muchas veces, lo más valioso que puedes hacer como corredor es dejar a un lado los objetivos específicos y simplemente disfrutar del Running. Salir a correr sin mirar el reloj o preocuparte por la distancia, puede ser una experiencia liberadora que te ayuda a reconectar con el motivo por el que empezaste a correr en primer lugar.
De hecho, un estudio publicado en la revista Psychology of Sport and Exercise sugiere que los corredores que priorizan la experiencia y el disfrute sobre los resultados objetivos, tienden a experimentar menos estrés y mayor satisfacción general en su práctica deportiva. Esto subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre el progreso medible y el placer intrínseco del ejercicio.
En mi caso personal, algunas de mis mejores salidas han sido aquellas en las que he dejado los datos de lado y simplemente he corrido para sentirme bien. Esas zancadas libres, sin presión, me han permitido disfrutar del paisaje, respirar profundamente y sentir una conexión única con mi cuerpo y mi entorno. Recuerdo especialmente algunas mañanas en las que he salido a correr con mi perro, explorando nuevas rutas de montaña o senderos desconocidos. Ver su entusiasmo al descubrir el camino y compartir esa libertad juntos, es una de las experiencias más gratificantes que el Running me ha dado.
Correr sin objetivos también me ha permitido redescubrir la belleza de los paisajes que me rodean: el amanecer iluminando las cimas, el sonido de los pájaros en un bosque tranquilo o incluso la sensación del viento en la cara. Estas vivencias, son las que realmente hacen del Running una pasión que trasciende lo meramente físico.
Para ayudarte a desarrollar esta habilidad, puedes utilizar la escala de percepción de esfuerzo. Una herramienta que te permite evaluar de forma subjetiva cómo te sientes en un momento dado. Una manera práctica de usarla es prestando atención a tu respiración y tu capacidad para hablar:
A medida que acumules experiencia como corredor, notarás que la percepción de esfuerzo se convierte en un aliado poderoso. Hay días en los que, aunque el reloj diga que vas lento, tu cuerpo se siente enérgico y fuerte, y viceversa. Aprender a interpretar estas señales te permitirá ajustar tus entrenamientos en función de tus sensaciones reales, optimizando tu rendimiento y evitando el sobre entrenamiento.
Por ejemplo, en una carrera de Trail Running, las condiciones del terreno pueden variar enormemente: pendientes pronunciadas, descensos técnicos o zonas de barro. En estos casos, la tecnología puede resultar útil, pero es tu percepción de esfuerzo la que realmente te ayudará a dosificar tu energía y disfrutar de la experiencia.
Si bien es cierto que los dispositivos son herramientas valiosas para entrenar de forma inteligente, no permitas que los datos se conviertan en una obsesión. Encuentra un equilibrio entre lo objetivo y lo subjetivo: analiza tu ritmo, tu pulso y otros parámetros, pero no olvides prestar atención a lo que tu cuerpo te está diciendo en cada momento.
La verdadera maestría en el Running y el Trail Running radica en desarrollar esta conexión con uno mismo. Cuando aprendes a interpretar tus señales internas, no solo corres mejor, sino que también disfrutas más del camino, ya sea en una competición o en una salida al amanecer por la montaña.
Recuerda que el running es una experiencia única y personal. Aprende a confiar en tus sensaciones y permite que sean ellas las que guíen tus zancadas. Ya sea que busques romper marcas personales o simplemente disfrutar de la naturaleza, el mejor marcador de cómo estás, es tu propio cuerpo. Escúchalo, respétalo y sigue avanzando con confianza. Al final, el verdadero éxito en el Running no se mide solo en kilómetros o tiempos, sino en las historias que construimos en cada zancada.
Nacho Safont: Publicado 22/01/2025
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